jueves, 5 de septiembre de 2013

Reflexiones post-veraniegas: Masificación, rescates, ...

Termina el periodo vacacional y las zonas turísticas retornan poco a poco a la "tranquilidad" habitual; los hosteleros hacen cuentas, los temporeros buscan nuevos nidos y los políticos (quizás, algunos) hacen balance de lo sucedido en tus territorios. Seguramente las conclusiones serán similares en muchos lugares: el hostelero hablará del poco gasto de los turistas, el temporero se quejará del escaso salario y la incertidumbre de la nueva temporada y el político pensará que el servicio de rescate de turno es muy costoso para las maltrechas arcas públicas.

Centrándonos en los pensamientos de los políticos, sabemos que en algunas CCAA han llegado a la conclusión de que una "buena manera" de evitar o de intentar minorar los accidentes ocurridos en el medio natural es cobrar el rescate en una serie de supuestos. Al parecer esta medida no esta acarreando los resultados pretendidos, al menos en Catalunya.

Esta amenaza, real, de cobro tiene, a mi entender, un alcance muy limitado debido a:

-El alcance de la difusión de estas posibles sanciones es muy limitado. Incluso entre los practicantes habituales de actividades en la naturaleza hay mucho desconocimiento y dudas sobre estos cobros. Lógico siendo que las normativas de cobro vienen recogidas en Leyes fiscales.
-La medida adoptada es posterior al resultado y por tanto carece de cualquier efecto preventivo. Una persona que sufre un accidente y requiere de un traslado, asistencia médica, hospitalización, ... ¿necesita mas "castigo" para entender que obró mas?, y si desafortunadamente no aprende de los hechos pasados, ¿va a hacerlo por una sanción económica?


 ¿Lección aprendida? No subiré así al Aneto. No subiré así al Aneto. No subi...

-No va acompañada de medidas proactivas. Se penalizan determinadas actividades por considerarse de riesgo en si mismas, como pasa en Euskadi o Canarias; o determinadas actitudes que quedan mas que ambiguamente definidas o que incluso harían impracticables determinadas actividades. No se insta a la educación o la formación.

El resultado final de esta escasa altura de miras, es justamente el contrario de lo que se esta haciendo en Europa. Aquí parece que se penalice y se  busque el asustar a la gente para que no se acerque al medio natural, mientras que en Europa son los poderes público los que están lanzando campañas para promocionar la actividad en el medio natural, especialmente el senderismo, como un medio para evitar el sedentarismo y favorecer unos hábitos de vida mas saludables.

"Afortunadamente" la idiosincrasia ibérica hace que estas campañas de promoción del senderismo sean, en buena medida, innecesarias; mientras que si son imprescindibles unas importantes y eficaces campañas de información y concienciación para todos aquellos que  con unas zapatillas y un bocadillo de chorizo se echan al monte con mas voluntad que acierto.

 Las piedras caen en todas las montañas, en algunas, además, cuestan dinero.

Tenemos una ingente cantidad de usuarios, reales y potenciales, del medio natural que necesitan que encaucemos su entusiasmo en vez de cortarlo y limitarlo. Es tarea de todos.



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